¿Porque a veces lloramos cuando practicamos Yoga?

Una de los motivos por los cuales decidí abrir este blog es para compartir mis experiencias de todo un poco. En el caso de la practica de yoga ha sido toda una aventura desde que comencé a hacerlo.
Como he comentado en varias ocasiones cuando comencé a practicar yoga fue en una etapa muy critica de mi vida, mientras mi divorcio estaba en trámite, mi mamá por otro lado se la estaba carcomiendo el cáncer junto conmigo y con todos los que la amabamos, así que mis emociones estaba a flor de piel.
Talvez por eso era uno de los motivos por los que me daban ansiedad y desesperación las clases, la posición de savasana era peor, me resultaba imposible aquietar la mente mientras que mi mundo en ese momento estaba vuelto loco.
Todo iba relativamente “normal» hasta que un día durante la relajación en savasana, pusieron el mantra «Om Namo Bhagavagate» cantado por Deva Premal, me rendí, esa es la palabra, mi lucha por buscar la fortaleza en esa etapa, se desvanecía justo durante la relajación, tranquilizar los pensamientos no era opción sin embargo podía liberar la emoción, me daba pena que me vieran llorar o salir con los ojos rojos, aguantaba el llanto pero era imposible y así fué, era el mantra que Marina en ese entonces quien era mi maestra, religiosamente lo ponía, no sé cuantos meses fueron pero lloraba siempre, lloraba lo que no podía hacer frente a mi mamá.
Después de su muerte el llanto en savasana junto con Deva Premal no cesaba, no sé en que momento ese dolor lo empecé a transformar, en recordar momentos agradables que viví a su lado, mis meditaciones era recordar no sólo un momento sino recordar a detalle los abrazos de ella, las risas o el cabello, la sonrisa y hasta sus gestos, así que a través del «Om Namo Bhagavagate» me reunían con mi mamá.
No siempre tienes que estar en una situación critica o extrema, a veces sucede que sin motivo y sin razón salen las lagrimas. Hoy en día puedo entender más que sucede, porque es frecuente ver a alguna compañero o alumno llorar, hay ciertas posturas que te pueden provocar llanto, no sólo en savasana que fué mi caso, puede ser después en hacer un saludo al sol, o un parado de cabeza o arcos. La practica en conjunto con el pranayama,y las posturas de flexibilidad liberan tensión emocional y nos transporta a otro nivel de consciencia, el sistema nervioso tranquiliza tu mente, también logrando ser más compasivos, más sensibles, aprendes a lidiar con el ego,a trabajar en el desapego, es un encuentro contigo mismo sin «velos», con tu «niño» interior vulnerable y fuerte, viviendo tu presente, se trabaja no sólo a nivel físico , sino también a nivel emocional, mental y por supuesto espiritual.
Así que si practicas yoga y en algún momento sientes ganas de llorar, déjate llevar por lo que sientes, vívelo, llorar no es de débiles llorar es de humanos es de estar vivo y vivir el presente,es el analgésico natural que nuestro increíble cuerpo tiene, así que no te detengas por vergüenza, créeme que nadie va a llegar a preguntarte o hacerte alguna comentario que pueda incomodarte sino todo lo contrario y va a ser tan «sanador» el momento,como también tu practica.

¡Practica yoga y vive mejor!

Brenda Medina