Viviendo desde el alma de un ser querido...

Hablemos de eso que nos duele en el alma, que algunos nos aterra, que hay quienes nos puede tomar una vida para superar una perdida , hay quienes nos puede tomar una vida para superar una pérdida, hay quienes logramos ver esa pérdida desde un amor a la vida llena de gratitud por haber compartido experiencias con ese ser querido.

 

Cada cultura celebra la muerte según se fue condicionando culturalmente la creencia. En la India, por ejemplo, estar presente en el crematorio y ver a la persona incinerarse y oler el cuerpo quemarse es parte del ritual de despedida a ese plano tan desconocido.

 

Por mi parte, la pérdida de mis bebés y ver morir a mi mamá ha sido una experiencia totalmente distinta, incluso un dolor distinto creemos que nos toca despedir a nuestros padres y es parte de la “ley de vida” también con ella hubo mucha oportunidad de despedirnos , de cuidarla y acompañarla en su ultima etapa, el tener un cierre de despedida es un regalo de vida, así que lo que sucedió con ella después fue un grato descubrimiento de acompañamiento espiritual., a los 8 años de que trascendió comenzaron sus manifestaciones más evidentes, me abrí a la oportunidad de tener su presencia espiritual y desde entonces deje de extrañarla y necesitarla, no tuve que hacer ningún tipo de ritual sólo abrirme poco a poco espiritualmente a esa posibilidad, nos aferramos a tener ese acompañamiento físico y no nos damos a la tarea de abrirnos a esa manera espiritual tan hermosa que puede surgir.

 

En cambio, la pérdida de mis bebés de 7 meses de gestación fue totalmente distinta, no hubo cierre, en mi estado sedativo entré en negación, no los vi cuando me los sacaron, no me los entregaron, la muerte la sentí como si me hubieran amputado una parte de mí, fue algo traumático sumamente doloroso, que me tomó muchos años, más de 15, entender, procesar y resignificar todo eso que sen, sino lo hacía  estaba condenada a vivir con todas sensaciones y sentimientos que generaban mis creencias ante ese trauma.

 

Mucha terapia, muchos ejercicios de cierre de despedida; en este caso, la medicina ancestral fue la que me ayudó a terminar de desbloquear la energía que estaba ahí., y necesitaba conectar con ellos igual como fue con mi mama, finalmente ahora después de casi 18 años esa sensación de dolor se esfumó y no, nunca aprendí a vivir con el dolor, lo que aprendí fue a ver la vida como algo extraordinariamente increíble, a ver la muerte como un momento especial que nuestra alma está lista para vivir.

 

Hoy, para nosotros los mexicanos, es la oportunidad de recibir a nuestros seres en este plano. Bajo esta intención, el año pasado hice esta meditación, deseando de corazón que transformes la presencia de tu ser querido en un acompañamiento espiritual. Ábrete a esa oportunidad y verás que tu corazón se llenará de momentos mágicos..

Te comparto esta meditación, que estoy segura disfrutarás y te reconfortará mucho..

Te abrazo… B

Brenda Medina